Se encontró desnuda frente a un espejo de doble filo; no sólo se observaba su reflejo de mujer sino el de la niña que nunca logró ser. Levántate Pedro, es hora de irte, le dice Aurora a su amante de la noche anterior, en cinco minutos llegará mi esposo y su lado de la cama no puede estar tibio y mucho menos oler a lo que huele tú, que sin duda es excitante, vamos, vete. De este modo, y siguiendo una secuencia de hombre por día, Aurora compartía con varios mortales en las noches, cuando su esposo se encontraba dizque trabajando, de seguro, estaba lubricando su pene para romper himen en tiempo record, porque no era secreto que le encantaba las niñas vírgenes, entre comillas “puras”. Ahora me dan ganas de llorar de la risa porque sus aberraciones se escondían detrás de varios trajes avaluados en miles de dólares, poseía una profesión para tenderle el tapete rojo, hacerle una reverencia y hasta diseñarle un altar, transmitía ese respeto de llamarle señor, pero qué va, es un puto impostor que camufla su indigna posición de macho dominante con vicios producentes de nauseas. Hasta el día de hoy no entiendo por qué firme un papel que me convertía en su esposa sin siquiera sentirle aprecio, ya lo ven, la codicia y la ambición no sólo corroe a los corazones, también les hace infelices. Daniela Calvo
Maldita calígine prolifera de nefastas ilusiones traicioneras, banales, indignas, tropezantes que propinan zancadillas hirientes y letales. ¡Potestad ingenua de inhibidores tentacionales; atrevidos, sátiros, melancólicos e inclusive distorsionantes. Mentes inocuas en busca de pasiones inconcebibles; estúpido fanatismo barato de repugnante seso irracional con apariencia netamente símil que termina sirviéndose como un plato fuerte agrio que indigesta a un mortal que está en víspera de comer sabroso y termina saboreando porquerías incubadas en ideales de mierda. ¡Escápese de usted y viva sin ataduras, sin aguantar tragar lo que es inconsumible! Daniela Calvo.
Sus ojos destilaban misterio al vislumbrar siluetas, sonidos, colores, formas, al tocar un cuerpo, al besar una boca, al sonreír e inclusive al llorar. Sus manos tienen la destreza de recorrer centímetros en tiempo récords. Su cabello adorna su rostro y le hace lucir amable; muy amable… Sus piernas me gustan, me encantan, me atraen, me dejan extasiada; el volumen, la textura, el color y el movimiento que generan. Usted me gusta no sólo para compartir una tarde, usted me gusta para experimentar algunos sentimientos; me fascina sentir ese vacío que hace metástasis. Aunque, a veces, quiera pasar a la fase de autofagia, mi cuerpo vuelve a recobrar fuerza para no perecer en el bocado insaciable del olvido. Daniela Calvo Pemasnocturnosjuventudcreatividadysentimiento.
De jóvenes sabíamos “amar” De viejos sabemos que son tantas personas con las que se interactúa que la palabra amor está tan fragmentada y manoseada que realmente conocemos que no fue esto lo que se sintió. Una palabra más aterrizada que pueda sustituir a lo inverosímil forzado para verse como realidad; placer. Daniela Calvo
No hay luna nueva en el crepúsculo de este viejo y oxidado amor de bisoño abrir de parpados pesados, nefastos, dubitativos y de neto sopor no rutilante en la estrellada constelación de Escorpión ¡Eh, amada mía! Alniyat; fugaz, intermitente, indómita y letal, que arrancas mi válvula aórtica de un golpe, provocando un cataclismo irrenunciable denominado Fallo Cardíorespiratorio; impredecible e instantáneo dentro de la noción del espacio y el tiempo que es mísero ante la conspiración de un músculo latente y acelerado, cargado de seso pasional, predulante de partículas de segundo que al despertar han desaparecido, pues caducan en el olvido. Daniela Calvo
Y de repente te toca la piel y se esconde, Tú te enojas como pretexto a no ser descubierta, porque detrás de ese mohín actuado se esconde la pasión, el deseo, la ansiedad por ser acariciada una y mil veces por la misma mano que se posa en un vientre de seda como el tuyo, “Tócame otra vez”, susurra el subconsciente tímido, mojigato, intermitente y extrovertido, “Tócame” ahora y por la eternidad. “Tócame” como el jardinero a la rosa en vísperas de cosecha, “Tócame” como el rocío a la primavera, “Tócame” como las olas a la arena, “Tócame” como los rayos del sol a las exuberantes montañas del trópico , “Tócame” como un hombre tocaría a su madre, “Tócame” como el pianista a su piano, “Tócame” de todas las formas que desees, pero es de obligatoriedad que dejes de tocarme cuando ya no te nazca hacerlo. Sin embargo, da aviso previo a la muerte de este amor, cuando entre en estado de coma y sepamos que jamás ha de despertar, antes de eso, “Tócame” por última vez para comunicar al infinito que ya no está a nuestro alcance, Daniela Calvo
El color lila de tu mirada dominante me inyecta un miedo que se degusta de una manera indescriptible, realmente, sobre natural. No había sentido esa sensación desde aquellos tiempos remotos donde se empuñaba una espada en busca del respeto y el grito de victoria, hoy experimento por segunda vez ese vacío metástico que recorre mi cuerpo desde que tu boca articula una palabra hasta que yo parpadeo de manera coqueta en el intento de escuchar un halago como pretexto inexacto en la búsqueda de un beso. Daniela Calvo.
Ese hombre que está ahí parado como el reloj que dejo de funcionar hace unas décadas y lo hizo junto a él, se volvió eidético para mí; cruel, nómada, indescifrable, amargo y doloroso. ¿Cuántas veces seguiré evocando su partida? ¿Cuántas horas lloraré frente al espejo de la soledad? ¿Cuántas veces presagiaré que regresa a mi lado? ¿Cuántas malditas veces tendré que ir al cementerio a visitar al viento porque no estás allí? ¿Cuántas veces me preguntaré, por qué se transformó nuestro querer? ¿Cuántas veces tendré que ir a la iglesia a confesarle al cura que no fue mi culpa? ¿Cuántas veces seguiré insistiendo que esto es amor? ¿Cuántas veces? ¿Cuántas?, me pregunto, El reflejo me responde de manera sarcástica: “Cuando dejes de imaginar que la vida es perfecta y asumas la responsabilidad que te otorga la decisión de “amar”, dejarás de preguntar ¿Cuántas veces?, simplemente estarás viviendo, Daniela Calvo
Cuando se funde tu soledad con el fresco aire de un Diciembre genuino, evoco la calidez de tu mirada clavada en mis pupilas tímidas e incitadoras de una palabra; "bésame" tan solo una vez; solo una vez, en la que tus labios no se desgastarán porque en mí no habrá más vida de la que ya no tienes. "Porque no deberías regresar a los lugares donde fuiste feliz" Maximiliano G Daniela Calvo.
No son las mentiras las que nos hacen mentirosos, No es el adiós el que duele, No es el olor a primavera lo que nos empuja a seguir, No es el sexo lo que invita una y otra vez a que el cuerpo “repose” en una cama, y digo reposar por el simple hecho de yacer en plenitud; estado de dicotomía incruenta que se disfraza de santa estática pero resulta ser tan dinámica como el vaho de la misma noche en la que pernoctan almas lujuriosas y bandidas, Al fin de cuentas, no es lo anterior lo que nos retiene, es esa emoción subliminal consciente o inconsciente de excitación temporal en ocasiones a destiempo, es eso simplemente. Adicional, es dejar que eso que se llama deseo tome poderío y haga a los furtivos presidiarios irresolutos de un encanto mortal; denominado vulgarmente “amor” esclavos de la verdad. Daniela Calvo
Gloriosos cuerpos de la divina trinidad, adornada por el status e importancia evaluada en la pirámide social; iguales a los de humildes siervos que aunque cagan distinto por los platillos devorados, defecan sentados, sintiendo placer de expulsar lo poco o mucho tragado. Concluyendo que la mierda es un común denominador que nos hacen los mismos mortales en una misma acción. Daniela Calvo.
No profanes mi silencio, esta vez no, No interrumpas mi llanto como siempre lo haces, esta vez no, Déjame avanzar hacia el océano de los delirios que nacen del aire contaminado que tú respiras y que lamentablemente, también respiro, Ahora, vete por la ventanilla de la cocina, no mereces salir triunfante por la puerta de mis ganas entrecerrada, Lárgate de mi piel, retira tus vanas caricias, tus banales sonidos fingidos de esas remotas noches de pasión donde jurabas que te excitaba mi mirada y mis gemidos guturales hacían estremecer a tu alma, Lárgate, pero antes, déjame decirte que tu adiós no me hiere, sabes, ya no, Ahora me es grato sentarme a ver pasar el atardecer con la satisfacción de ser quien siempre he querido, con la ausencia benévola de la mentira que fuiste en mi vida, Daniela Calvo.
Eres luz vida, Eres un farol en medio de la oscuridad más tenue de mi vida, Eres el aliento que me falta en ocasiones para seguir mi ciclo respiratorio, Eres importante para mí, Eres la mirada dulce, el gesto fresco y la palabra sabia, Eres un mortal cuyas virtudes revelan un buen sentido del existir, Eres solo tú, y eso es lo que me gusta de ti, que siendo ese ser, me hagas sentir a mí que creer es lo que te construye internamente, Un espejo que refleja un rostro sin imagen, porque aún no inventan un verdadero espejo que demuestre lo sublime del alma. Sin duda, jamás habrá inventor que realce tal belleza, porque se enloquecería de conocer quien realmente es, sin alteración de la realidad. Daniela Calvo
Cariño Quiero que me hagas el amor no existente para mí, Que acaricies mis labios con los tuyos y juegues con mi cabello como si fueses un pequeño niño, Anhelo penetrar tu alma con mis palabras y que las tuyas sean un puñal para desangrar mi pecho y mis oídos; para no escuchar ni sentir lo que quiero intuir. Soy fría y quizá mezquina, pero entiende que no puedo ser distinta, de esa manera no sería tu amante ni tu amante mío serías mi elegido, Aprende que no existe alba sin un toque de niebla, ni agua sin nubes grises. Amor, esta mujer que estás leyendo es la que fabricó la vida. No es malo, no, de ningún modo, es como lo que uno odia y ama a la vez, es querido mío el estado de ambivalencia y dicotomía mezcladas de una manera no tradicional, Ahora estoy violando lo vigente para que al final mi no existente amor sea recíproco con el sí existente para ti. Daniela Calvo
Pensé que pensar me vendría bien, pero no. Es mejor ni imaginar lo que pasará, pues un escalofrío invade mi cuerpo y me sumerjo en las turbias aguas de la desolación. Amar, burla mortal- No confies en alguien distinto a ti. El hombre le hace daño al Hombre, piensa que destruirá a su adversario, ignorando que son los únicos habitantes encargados de reconstruir una vida, "Destruye e imperarás", sin saber que imperar sin mortales es estar destruido. El hazme reír de sí mismo, Hombre sin destino. Daniela Calvo
No sé de palabras bonitas, pero sí de sentimientos. Lo que siento por usted es lo más bonito que he visto; el nacer de un nuevo día y el morir lentamente de la tarde naranja que desaparece entre cientos de nubes. Por cierto, ellas se parecen a su boca; suave, dulce y admirable. En las mañanas cuando el sol alumbra su cuerpo y el reflejo me deja en perpetua espera de un beso suyo, me soy cuenta de que sí tiene similitud con las nubes de algodón y el cielo en extensión. Me enamoré de su mirada, es parecida al de mi yegua, una mansa hembra que refleja fuerza, sagacidad, valentía y honor en cada caricia que le regalo y en cada palabra que le dedico al entonar las canciones del campo; tierra querida. Quizá nunca sepa de sentimientos, porque no es posible la lectura de mis palabras a través de la literatura, solo sé del lenguaje y la simple escritura. Soy trabajador, sépalo usted, no dedico tiempo a decir verdad a aprender cosas bonitas, ya que recreo el mundo sublime que creo cada vez que la veo. Usted es mi literatura, aun sin conocer de letras. Sin embargo, pretendo ser su lecto-escritor en cada mirada que le regalan mis ojos. Daniela Calvo
En una noche lluviosa desperté ahogada en llanto, como siempre me perseguía tu recuerdo, aquel que parecía ser sempiterno. Sin embargo, algo me alejó de tu pensamiento, que en realidad pertenecía solamente a mí, pues detecté el petricor que se metía profunda y arrebatadamente en mis fosas nasales, pues venía de mi jardín seco y maltratado, al parecer se había convertido en una zona árida; azotada por los rayos violentos del sol y mi abandono repentino. Entonces, había terminado de transformarme completamente en una persona nefelibata, hundida al mismo tiempo en la resiliencia más crónica de mi existir. Daniela Calvo
Tu recuerdo me hace remontar a tiempos lejanos, que me estremezco al armar el rompecabezas de mi vida con cada momento que me regalaste. Hoy después de tanto tiempo me doy cuenta que fuiste lo mejor que pude tener; fuiste mi amigo, mi confidente, mi mejor arma de inspiración seductora, mi resguardo, mi imaginación y hasta mi maestro en zonas restringidas que nunca intentamos violar. Lograste cambiar en ti lo que detestaba de mí, porque fuiste una especie de espejo diáfano que me enseñó la otra cara de mi rostro, aquella que se encondía en la que figuraba como perpetua soledad. Además, aprendí a tu lado a ser una persona polifacética, pues inventé mil personajes para entretejer historias inéditas, en las cuales eras una especie de mago fantástico que desaparecía todo lo que no me dejaba brillar. "Recuerdo que reías como niño siendo un Hombre y que siendo un Hombre amabas como niño" Ahora con tu recuerdo siendo mío, me queda solo agradecer cada segundo que invertiste en mí. Sé perfectamente que nada es para siempre y como nada es eterno, ese recuerdo que tengo en mi memoria desaparecerá en algún momento, entonces, sabré ese día que tú también desaparecisté lentamente del mundo utópico que cree, pero antes de eso te diré que te quise como a nadie y que a nadie querre como a ti. Daniela Calvo
Te grito desde la distancia sin que haya respuesta que "Te Amo"; "Te Amo" con locura desenfrenada, con las fuerzas que tengo y quizá no, como una madre a su hijo, con sinceridad. Aun siendo lo que no soñé, despierta sueño contigo, porque antes de que el alba emita su suave luz, ya estás en mí, es decir, que tenemos lo que no deseamos y deseamos lo que no tenemos. Tú, amado mío, dueño de mi insomnio y crisis neuróticas acompañas cada uno de estos episodios con tanta dulzura que lloro al ver la sensibilidad de tu alma y la fuerza dulce de tu cuerpo impregnada en todo mi ser. Sin embargo, cuando estás a punto de tocar tu piel con la mía, despierto del sueño, al instante la nostalgia me invade, porque solo fue eso, un profundo sopor. Lo bueno es que cada noche al dormir, mi sueño contigo sigue su curso, ayer me enseñaste la importancia de abrazar con la mirada, la sensatez de lo no dicho y la alegría de besar sin besarte. Aunque es algo irreal, "Te Amo" porque al abrir mis párpados agradezco que seas solo mío; mío para siempre. "Te Amo" como alguien tangible aun no siéndolo, eso es amor. Daniela Calvo.
La luz de tus labios irradian dulzura, deseo y compasión por tu profunda e inigualable belleza. Eres fría como el agua de la cascada, la más benévola entre miles, eres tú. Miel de mieles y profundo amor del campo, en ti encuentro suspiros tan leves como el cantar de los turpiales en época de aires frescos. Abres las entrañas de tu alma con tu dulce mirada y clavando tus pupilas en las mías, quedo perpetuamente encantado de la enigmática verdad por la cual hablas y fijas tu melodiosa voz en mi pecho, escucho atentamente tu cantar de Gaviota fina que vuela sin rumbo cierto al umbral de mis penas. Agonizantes sonidos dejan perpleja mi esencia, entonces, pienso que sin ti no habría luna llena arriba de los párpados de mi amor. Conspiración innata entre tu nacer y morir, en mí tu efímera belleza sabor a existir. Daniela Calvo.
Majestuosa manera de desvestir mentes, apuñalar corazones y especializarse en romper hímenes de ingenuas gardenias en pleno florecimiento, marchitando la dulzura de un ser prematuro a través de falacias que emanan piscinas de veneno sátiro y corrompido que penetra en los orificios del órgano más sensible; el oído, donde entran palabras dulces que terminan siendo el cataclismo menos vaticinado pero más predecible. Daniela Calvo. #Elmundointerminabledelasletras
Quiero ser libre como el viento, tan pura como las sonrisas de los niños y ancianos que dejan minuciosa, sencilla y dulcemente las huellas en la arena que pisan. Quiero ser tan fresca y sublime como una aurora boreal; tan serena como el vuelo de una mariposa, Al final quiero ser el pensamiento químero de quienes no sueñan. Daniela Calvo
Creíamos amarnos con frenesí, al mismo tiempo presentábamos un estado de ambivalencia entre la libertad y condena. Libertad de amarnos y condena de obligarnos a querernos cuando se acabe la locura que surgió de nuestras miradas desbordadas en el océano de la desolación que vivenciamos en aquel instante en que imaginamos un mundo sin alguien a nuestro alrededor. De repente, recordamos la alegría de la autodeterminación, sin límites ni reglas. Ahí entendimos la confusión entre independencia y soledad. Daniela Calvo
Tu mirada me deja perpleja en el preciso momento en que clavas tu mirada en mi pecho, en busca de latidos acelerados y contundentes. Tocas con tu dedo índice la punta de mi nariz para activar mi sensibilidad con la misión de encontrar mis labios en tu cuello, así, despacio, con cariño y parsimonia serena; altamente certificada para que no nos interrumpa la culpa ni los remordimientos. De tal manera, podremos tener sexo día y noche hasta saciarnos las ganas y la sed que sin piedad aclaman nuestros cuerpos. Daniela Calvo
Laberinto transitorio de constantes inmodificables, Historia escrita sin conectores, Palabras dichas que mueren, Promesas que el viento se encarga de erosionar, Pensamientos lúgubres, nefastos, dicotómicos, insalubres, tóxicos, Sedentarismo macabro que atrofia las ganas, inmoviliza las ideas, idealiza la noción del tiempo estático cuando su naturaleza es la dinámica escena incruenta de enfrentamientos carnales; banales, efímeros e insulsos, Ingenuidad masiva, Invento de necesidades innecesarias de codependencia, Faltante de amor, Incansable búsqueda de respuesta inexistentes, Posesión equívoca de vidas ajenas, Malinterpretación de términos, Al fin de cuentas, los anteriores ítems son las partes que componen una vida en desdicha, una decisión poco asertiva de ver el mundo cuando lo observas a través de unos ojos cuyos párpados siempre están descendiendo y solo ascienden cada cuanto les plazca para analizar alrededor, evitando cruzar su pupila con la tuya. ¡Es hora de partir! Daniela Calvo.
Poema al tonto; Sí, eres tú, solo basta con ponerte a ti como sujeto y listo, está el poema, Tonto, Daniela Calvo
La vida es así; diáfana, efímera, polifacética, ingenua, astuta, mágica, positiva, estratega, un vals de compases definidos que hay que saber bailar. Eso es la vida, un baile constante que no culmina cuando la pista acabe sino cuando tú dejes de hacerlo, Daniela Calvo,
A usted un soneto, A usted mi alma libertina, A usted una de las más dulces lágrimas no existentes, A usted la poca voluntad que se me atribuye, A usted mis fuerzas, A usted los restos de cariño, A usted el más grande protagónico antes no inventado, A usted mis ganas, A usted mi frío, A usted mi calidez, A usted la más bella sonrisa, A usted mis palabras, A usted mis miradas más sátiras, A usted mi paz y mi tormento, A usted que es mi afán y mi delirio, A usted la representación de hombría, A usted que es producto de mi imaginación, A usted mío para siempre en la anidación de su recuerdo en mi racionalidad, Daniela Calvo.
Mi amor no depende de ti, depende de mí. No dejes de soñar aunque el mismo sueño termine, No permitas que transformen tu sonrisa si su fin no es positivo, No dejes de llorar, es un lindo sentimiento que indica que aún respiras, Vive como si fuese la eternidad un segundo, No te conformes con segundos lugares cuando existe un primer puesto. Quiere con locura así termine en menos de 24 horas; Di palabras hermosas Siente adrenalina Camina respirando aire puro Ten sexo responsable Cuídate de sentimientos posesivos, ninguna persona es un bien tangible. Diseña sonrisas y cántale a los pájaros que se posan en las copas de los árboles esperando a ser vistos y amados por algún transeúnte, ese sé tú. Daniela Calvo
Eres el amor de mi vida, Eres la lágrima salada que emerge de mis ojos al evocar tu recuerdo, Eres la alegría en cada palabra, Eres la pasión en cada mirada, Eres la jocosidad, sinónimo de un buen sentido del humor, Eres viento etéreo, Eres el mar, Eres quien destempla mi cuerpo cada vez que escucho tu voz, Me enamoré de ti; De tus dulces pretensiones, De tu milimétrica manera de hacerme sentir tuya, De tu carácter que enloquece, De tu inteligencia que enardece, Me enamoré sinceramente de ti Y a pesar de no tenerte, me queda la satisfacción de hacerte mío cada noche en mis sueños, donde diviso tu presencia junto a mí, Así soy feliz al despertar, Porque el amor no basta con compañía, el amor es intangible y se lleva el protagónico el sentir, y siento que te quiero en lo que resta de esta vida y las que vendrán, Con el amor más grande. Daniela Calvo.
Embriágame con el dulce néctar de tus labios, Hazme sentir que mi mundo da un giro de 360° cuando esas dos grandes esferas color azabache se clavan gusto en mis pupilas tímidas, Dime palabras sordas al oído, Cántame un bolero de Manzanero, Toca en tu guitarra algo de Silvio Rodríguez; Ojalá, se escuche igual a la original, Relátame lentamente una novela de Santiago Gamboa, escoge a tu criterio, porque sé que me excitaran sus líneas a partir de la tercera palabra, Tócame la mano con parsimonia, Cuéntame de tu vida, Persígueme en tus sueños, lo sabré en los míos Acaricia mi alma; traspasa las fronteras del miedo, Atrévete a imaginar un mundo a mi lado, No temas, No hay por qué huir, me enamoré de ti, entiendes, no quiero asesinarte, No obstante, si tú deseas hacerlo, entenderé que no fue suficiente, y no hablo de tiempo, me refiero a ti. Daniela Calvo.
Hoy tengo ganas de quererte como tú me quieres cada vez que concertamos un encuentro; en tu cama, desnuda, con las piernas abiertas de un extremo al otro donde yace la pasión. Sé que te gusta mi flexibilidad y te da placer verme, tan solo verme en cueros y boca arriba, con los senos erectos, las piernas bronceadas, el monte de venus algo poblado y mis ojos justo en medio de tus piernas. ¿Qué pasa?, solo tú puedes imaginar la escena. Me cansé de tanto cuento barato rebuscado, me hastió tu parlamento fundado en argumentos poco convincentes y constantes, se acabo eso del "amor" en mí por ti. Hagamos algo, seamos amantes banales, sin compromisos, sin ataduras, sin sentimientos. Sólo sexo, así como a ti te gusta; consentido y ajetreado. Sin embargo, hay una condición, después de esta tarde en la que tú estés en tu cama como yo siempre he estado y que haga de las mías contigo, no me pidas que escuche tus problemas, tus angustias, no me llames como siempre, que irrumpes mis sueños, seremos amantes para evitar tanta inversión innecesaria de tiempo. En caso contrario, no me pidas sexo, acuéstate un rato sobre mi pecho, escucha a mi corazón que solo pide a gritos que me veas con los mismos ojos con que los míos te observan desde hace varios atardeceres,con "amor". Lástima de tanta ingratitud de tu parte, Descaro de la mía, Daniela Calvo.
Soy feliz, Sí, lo soy en un simple oler de gardenias adornadas con las maravillosas alas transparentes de uno de los insectos más diáfanos; una mariposa llamada Greta Oto aunque es más disfrutable nombrarla así: <Farfalla>, sí, en Italiano; un idioma idílico, fácil de aprender, deleitable en su pronunciación y en su gramática, pausada, refinada, un todo, <é tutto>. Soy Feliz, Amo el olor del viento que es un verdadero devenir; va y viene con una esencia distinta, el perfume de un diente de león, de un azahar, de una azucena, de un lirio, del espectacular acto de un colibrí en pleno vuelo que de manera asombrosa aletea más de 60 veces por segundo, Soy Feliz, Disfruto de los sonetos que el Hombre transforma en música, Del agua cristalina que corre lenta y cadenciosamente por la cascada, Del amor sincero que hace reír, De la niebla que congela mi mano, De la mirada mimosa de mi perro que siempre espera con ansias mi llegada, Del amor de mi madre y sus mohines incomparables, Si después de esto se pusiera en duda mi felicidad, ¡Carambas!, sería el paraíso que muchos ignoran pero que vivo en plenitud. ¡Soy feliz! Daniela Calvo
Delincuente furtivo, Domador de miradas, Lamedor de entrepiernas calcinadas por el olvido, Necrófago inútil; bestia insaciable, Falacias a cada abrir y cerrar de párpados, mojigato de mierda que escupe miseria disfrazada de “piedad” Embustero; mitómano tildado de noble, ¡Te odio!, ¡Te adoro!, tantas cosas; ,sentimiento de derrota ante una artimaña que fabricaba el complot más elocuente entre tu soledad y mi ingenuidad, Hoy todas esas palabras se quedan cortas, minúsculas, casi inexistentes ante la falta de la historia en la que me hiciste extra mientras te cedía el protagónico. ¡Púdrete en la gloria que robaste de mí!, Pedazo de mi nada Daniela Calvo
Por si un día despiertas y no te encuentras; Búscate, no debajo de las superficies, no en algún rincón de la casa o en las fotografías en las que apareces, Búscate en ti, Busca dentro de ese espacio mental donde identificas plenamente quién eres ahora, No ese que fuiste en tu adolescencia, No ese quien fuiste en plena adultez, No ese quien ha fracasado, No ese quien ha construido sobre falsos peldaños, No ese quien alguna vez se falló así mismo e hirió a los demás, No ese quien tú sepultaste tantas veces como las hallaste necesarias, ¡No! Búscate en el ahora, Búscate como quien se encuentra por primera vez con alguien, Extiéndete una sonrisa sin verte, E inicia una travesía con tu yo del ahora, Empieza una caminata, Busca placer, paz, libertad, locura, matices, dicotomía, Busca todo aquello que te haga vibrar, Búscate en todo tiempo y espacio, Búscate en nuevos comienzos siempre que presientas que te has perdido, Y renacerás otras tantas, Es tu historia, Escríbete en cuantos libretos sea necesarios, cambiando de rol y escenario, Sé tú propio autor, El punto final solo lo pondrás tú, Búscate… Daniela Calvo
Esperaré sentado frente a ese viejo balcón a que la muerte llegué; tempestiva, cautelosa, con una suave parsimonia inspiradora de respeto, Esperaré sentado a que venga por mí, Esperaré a que se pose en mi regazo robándome lo que un día me perteneció, Esperaré la llegada de su súbita crueldad incruenta, Esperaré a que me respire en la nuca con su aliento criogenizante, Esperare que el hedor de su mirada perdida en mis entrañas no sea un impedimento para entregarme sin recelo a ese crudo, aunque anhelado final, Esperaré que en el último momento no se apiade de mí, Esperaré que se lleve consigo lo que un día constituyó mi ser, Esperaré que no vuelva a despertar agonizante, Esperaré que ese viaje clandestino sin retorno no me haga perecer una vez más ante el miedo, Esperaré una noche más, Y si tú no vienes, Juro que te encontraré de la manera más inesperada, Así que ven de una vez por mí, no me hagas esperar ni un céntimo más, Ven, Aquí estaré justo al frente de este viejo balcón Daniela Calvo
Quédate, Quédate allí donde la paz albergue tus recónditos lugares obscuros con la luminosidad de esas voces latentes que nutren tu presencia, Quédate cerca del fuego que emanan los ojos que te miran con la más tierna y fija devoción, Quédate donde hospedan tus sueños, Quédate en casa, Quédate en la piel que te hace vibrar aún conociendo otras, Quédate imanado a la sinceridad con probabilidad de perdonarte aún cuando has fallado, Quédate donde anclaste tus raíces, Quédate donde eres feliz y no donde lo fuiste, Quédate allí donde no hace falta nada, Quédate y persiste ante la adversidad, Quédate, ¡No me recuerdes!, ¡No me pronuncies!, ¡No me imagines!, Quédate y no regreses, no lo hagas, “Porque no deberías volver a los lugares donde fuiste feliz”, No sé si a mí lado lo fuiste, Solo sé que si regresas no seremos los mismos, Tú tendrás más pretextos para huir, Yo ya no tendré ganas de buscarte, Ya no querré que te hospedes en mi piel, un lugar desahuciado, moribundo, uno que se quedó con la última caricia del tú de antes, ese al que amé, Uno que, aunque murió con tu partida y esa escena donde desaparecías entre la multitud, sembró en mi vientre la más bella gesta de piedad, alimentó mi fortaleza mental, me enseñó a ser, me ilustró en eso del inesperado coincidir donde los fugitivos amantes también vibran ante lo desconocido, Daniela Calvo
Érase una vez un mundo paralelo lleno de enigmas y de tragedias! La tragedia de las incógnitas retumando como un zumbido en tu cabeza, en el limbo que despierta a la incertidumbre haciéndola participe de un cataclismo llamado indecisión Daniela Calvo
A pesar de todo, al final no fue un desastre coincidir contigo;
Una tarde de café bañado en una dulce lluvia,
Tu intención detallista de tocar a esa vieja guitarra para hacerme sentir especial,
Tu sonrisa inusual,
Tu loca manía dominante de controlarlo todo;
La melodramática escena del hogar futurista y la frase “Me tendrías que dejar, porque yo no lo haré”; hipócrita, tu huida fue más inesperada de lo que imaginé,
Hoy estás en otros brazos, besando a otros labios, tocando otra piel, acariciando otro cabello, preparando el café que tantas veces preparaste para mí, a fin de cuentas, navegando en otro bote sin cambiar de mar,
Lo que un día nos unió no fue lo mismo que nos separó, tú fuiste la acción, yo el verbo inmóvil, hoy pienso que las decisiones son solo nuestras, aquí cabe la aclaración de que la culpa no es del otro, no existe culpa ajena ante nuestras glorias o fracasos,
Que la vida no te lleve a mutar cada tanto conforme a las estaciones, acabarás conociendo más de la cuenta mientras te pierdes buscando algo que no te pertenece, una búsqueda estúpida, fatalista, innecesaria, así que cuando intentes ir a casa, el camino será borrascoso,
Pocos aman las tragedias, yo lo hice, no te diré que como pocas; ¡cliché!, solo eso, te amé con la devoción con la que siempre escribo, te amé como a mis convicciones y mi postura ante la vida, te amé como a la prosa y al loco romanticismo, te amé como a ninguna otra persona, y así es la vida, a veces abandonamos lo que amamos porque es necesario bajo nuestro criterio, así que, buen viaje y buena mar, tú, la nada,
Daniela Calvo
De la atracción memorable y sus consecuencias; Prevalece en el tiempo la constante; Un olor, Un gesto, Un mohín favorito, Una muletilla, Una manía, Un despertar de sentidos, Esos fragmentos que nutren el recuerdo de un coincidir antes de que “la cordura” se desborde en el juego macabro de la insatisfacción Donde sin detenerse, llega un visitante, la cavilación consciente de los prejuicios sociales que nos invitan a consumir, Y es ahí cuando La sincronía entre miradas divagantes; perdidas en elucubraciones bohemias se empolvan en la tradición del tedio, Los labios se insulsan, Las palabras pierden sentido, El placer se esconde detrás de las excusas, La culpa se enfrenta de manera bélica a lo “ético”, a “lo correcto”, “lo mejor para ti”, “la opción con probabilidad de ganancia”, Al final, La constante siempre será eso, Y tras una decisión viene una consecuencia, Qué importa que tan “aceptable” sea si en el proceso sigues perdido en la estrategia social del consumo infeliz donde hay que aparentar, ¿Cuál es tu decisión? Daniela Calvo
Del deseo a ti, Buscas placer, Y lo hallas en los lugares más concurridos; Lengua, Nuca, Pecho, Entrepierna, Zonas genitales, Buscas placer allí donde otros han estado en la tangibilidad, El lugar donde reside el núcleo del placer es el más complejo, impredecible e inteligible; Pensamientos concurrentes, inescapables, invasivos y oscuros, Ahí justamente resides, en la intagibilidad de lo inmutable donde eres la constante, esa que está merodeando en mi cabeza, Del deseo a ti, De ti a mi Daniela Calvo
DESNÚDATE Desnúdate frente al espejo, Desnuda tus ojos, Desnuda tus labios, Desnuda tus miedos, Desnúdate en la intimidad de tus temores, Desnúdate con la simpleza con la que existes sin trascender en el por qué Desnúdate sin paralelos; Sin comparaciones, Sin estereotipos, Sin idealismos, Sin temor de estar contigo mismo, Desnúdate para ti; Gústate, Ámate, Las críticas golpean al desequilibrio, Lastiman solo si tú dejas que entren a tu vida, Hazlo, Desnúdate y sé libre, Daniela Calvo
Si te vas, lleva mi recuerdo contigo, Si no regresas, besa mi beso en la distancia, Si te llegases a olvidar de mí, rompe el hilo rojo que nos une; regrésame a mi corazón, Si sientes miedo, siéntelo; acarícialo, bésalo, mímalo, sentir miedo no está mal, lo está, aun cuando lo evades sabiendo que existe, Si el tiempo para ti siguiese andando, para mi también lo será, Amar no significa gozar siempre, ni mucho menos reírse a carcajadas en todo momento, Amar significa ser inteligente y serlo quiere decir; adaptarse al cambio, ¡Ay de los matices!, porque contigo conocí un arcoíris lleno de esperanza y desazón, Degusté el sabor de la conquista, Amé amarte porque es un arte si se trata de ti, Y como el arte caduca después de la muerte, Hasta allí mi amor por ti, Desde el fondo de mi alma hasta los confines de tu respirar, Daniela Calvo
Del amor y sus estragos; Del éxtasis al tedio, Del hoy al mañana, Del sol a la lluvia, Del cielo a la tierra, De mi beso a tu insensatez, De mi entrega a tu ignorancia, De mi interés a tu ingratitud, De mi cariño a tu frialdad, De mi a mí; Una tregua coherente, Daniela Calvo
¿Buscas paz en medio de una tormenta? Anda por el mundo con fuerza, no importa cuán circunstancia marque hoy tu camino, mañana será otro día; Corre en pleno diluvio, Salta en charcos de hiel, Ama, aunque no te amen, Siéntete nostálgico, Grítale al viento, Patea una ola, Raya un libro, Insulta a la desdicha, Márchate de un lugar donde no estés cómodo, Dile NO, Haz todo aquello que te plazca pensando en tu bienestar, No permitas que la presión social cree un modelo a su semejanza; hay miles de transeúntes caminado por la ciudad, Sé tú sin que nadie te diga cómo serlo, La tranquilidad no es un bien tangible, es una alternativa y tú tienes el control, Daniela Calvo,
Te amé; Tu boca, Tu cuerpo, Tu alma desnuda ante mis ojos, Tu humor agrío, Tu postura, Tu sonrisa, Tu sarcasmo, Tu insaciable manera de vaticinar adioses, Tu voz, Tú, Realmente, te amé Y aunque trato de echarte al olvido, no logro dejar de pensar en cómo te va en esos días grises, porque nunca quise estar en la gloria contigo, te quise en la oscuridad, en el anonimato de lo “prohibido”, Te amé, en pasado, Ahora se transformó ese sentir; Y aunque te sigo recordando, no lo hago con la misma devoción ni la esperanza de volverte si quiera a leer, Te amé, Daniela Calvo
Eres mujer; ¡Natura!, Constelación titilante inconmensurable de un espacio sublime de luminosidad marfil, Eres espacio y tiempo, Sin ornamentos superfluos más allá de lo etéreo de tu presencia en el mundo; inefable Constante perenne; vital como el aire, Bonhomía como las caricias, De posturas nefelibatas, extraordinarias, especiales, espaciales Tu mano el hilo a la ataraxia, plenitud, ensueño De limerencia imanada a los latidos del corazón, Acendrada virtud de convertir lo hostil en campos adornados de trigo color castaño como los cabellos delicados o las ventanas que permiten ver los arreboles de ese mundo del que procedes Eres multifacética; Atracción natural, Delicadeza, Creación, Arte, Verbo, Daniela Calvo
Mi espalda tiene un camino que trazaron tus labios, Tus dedos, Tu lengua, Tu nariz, Tu fragancia, Tu alma en forma de hombre, Tú, mi amor, Mi bien; Mi delirio, Mi inspiración, Mi arte, Mis letras, Tú, inmortal en mí, Daniela Calvo.
Hoy es lunes; Lunes de ausencia, Lunes de melancolía Lunes de recuerdos mezclados con ansiedad, Lunes sabor a ti, Lunes obscuro dentro de esa cavilación genuina de tu proceder, Lunes de preguntas sin respuesta, Lunes frío, Lunes sin ti, Lunes sin mí, Un lunes que muere lento, como muero con cada baile de esas manecillas del reloj, Lunes de un hálito oxidado por el oxigeno débil, Un lunes desterrado, Un lunes que inicia con la muerte; La muerte del verso, La muerte del beso, La muerte de esa caricia marchita, La muerte de la palabra dicha, La muerte súbita de un querer prematuro, La muerte sin sepulcro de este lunes, Daniela Calvo.
Hakuna Matata! Ha de ser el mundo lo que tú quieras que sea, Las flores se marchitan después de algunos días, Las personas son felices por fracciones de tiempo, El cielo también se nubla, Las estrellas se ausentan en las grandes tormentas, La magia se acaba como la vida, La nostalgia es copiloto de la soledad mezclada con desazón, Los animales nos abandonan después de algunos años, quedando el calor cedido y los besos nobles, La vida suele empujarte para evaluar tu equilibrio y resistencia, Sin embargo, te abraza, te extiende la mano aun cuando crees que la causa está perdida, Aparecen en tu vida personas que dejan más que un espacio con su partida, la picaresca escena delictiva, mimosa, jocosa e inverosímil,
A pesar de todo, Piensa "Hakuna Matata"; Lee, sé crítico constructivo, no dejes la curiosidad a un lado, solo trabaja más en ser asertivo, vive sin miedo y procura no hacerte daño ni hacérselo a otros, Mientras vives, Hakuna Matata,
Daniela Calvo.
Comprendí después de algún tiempo que la felicidad reside en las cosas que nos gustan. A veces, hacer catarsis es todo un desafío en el que nos podemos pasar la vida entera ahogándonos en aspectos poco constructivos, si no comprendemos la dinámica de la vida y el tiempo de las personas en nuestra historia. No determina el punto final la otra persona si aún se cree estar leyendo. La estrategia está en tratar de encontrar paz en el interior sin que queramos volver a recoger los pedazos de un rompecabezas que nunca más ha de encajar y sin condicionar el tiempo, la amistad, el cariño.
Se trata de dar sin querer recibir lo mismo y hasta más. Nadie determina nuestro valor como persona a pesar de las circunstancias, el cielo no deja de ser precioso aunque se nuble.
La vida es esto:
Es un baile que no acaba cuando la melodía finaliza sino hasta donde te dé la energía y las emociones del momento.
No se puede dejar de soñar aunque se esté despierto; en vigilia o viviendo el ahora, siempre habrá tiempo para lo que uno se proponga.
Hay que permitirse conocer y que lo conozcan en los buenos y no tan buenos momentos.
A veces obramos conforme a nuestros impulsos, pasiones, ansiedades, miedos, alegrías y al final nadie es más culpable que uno mismo por sobrepasar el limite.
Ninguna persona está exenta de nada y todos hemos de saborear la gloria y la derrota.
Gracias,
Daniela Calvo
Dejaste cautiva mi alma después de darme la opción de libertad, pues preferí ser esclava de tus besos y mimos, Aun ofreciéndome nada, quise quedarme contigo, Porque me enamoré de lo que en esencia eres y no pretendo cambiar tu manera de mostrarme el mundo tuyo, pequeñito, pero tuyo, Desde que leí la introducción en tu mirada, quise que ese libro fuese mío, sin saber nada del prólogo; referencias o críticas, el desenlace y mucho menos el final de tus acciones, Te quise mío, Y mío eres, Amé toda tu narrativa, Y aun existiendo otras historias, Decido leerte centenares de veces, cada vez encuentro algo que anteriormente se me escapaba y agradezco el momento en que te conocí. Daniela Calvo
La muerte debe ser mitad hombre, mitad mujer, Es una espesa bruma escapadiza que pasma hasta al más valiente, Es hombre por lo inesperada y fría, Mujer por su esencia calculadora y perversa. Quizá es ciega, O tiene tratos ilícitos, Siembra olvidos, Le teme a la luz, cobarde, cobarde, Tanto como tú y como yo, Nos atrapa, La tenemos al lado todo el tiempo y no le damos importancia, de ahí lo de ser hombre, Se queda aun siendo ignorada una y otra vez, de ahí lo de mujer, No se sabe quién la bautizó como muerte, porque podría tener un nombre digno, algo que me recuerde a ti, Don ausencia? No está mal, o si? Daniela Calvo
Comprende 368 días el proceso de olvidarte , 28 días de duelo, 40 días para desechar todo aquello material que pueda evocar tu recuerdo, 50 días para decirme a mí misma que es lo correcto, 50 días para reafirmar que es lo mejor, 100 días para arreglarme, salir corriendo y gritarle al mundo que aunque conservo una vaga ilusión, no he tecleado tu número. 50 días más para conocer a una nueva persona; hablar sobre temas de interés, tomar alguno que otro vino, reír hasta llorar y finalmente, 50 días para sumergirme en el placer que produce una voz gutural cerca de mi nuca, unas manos que se posan una vez más donde otras ya se han posado, la diferencia radica en el sujeto quien ejecuta los movimientos y unos ojos de fuego que piden saciar ganas, Aquí puede que el ciclo continue, Sin embargo sé que volverá a comenzar,
No es facilidad en el cambio, Es adaptabilidad a él.
Daniela Calvo
Y si te fijaras un solo segundo cuál es el color predominante en una aurora boreal, Y si observaras en la contraluz de un espejo el calor que incuba tu alma, Y si te vieras a través de unos ojos igual de traviesos a los tuyos, Y si besaras con la misma pasión con la que sueñas, Y si soñoras con lo que amas, Y si tal vez, rieras como niño siendo hombre y quisieras como hombre aún guardando la inocencia genuina del niño, Y si tan solo permitieses que tus defectos fueran el motivo de transformación para el artista, en su facultad de pintar paisajes donde antes habían tormentas, Tú serías el hombre más amado, Tú, la parte contraproducente de la soledad, Tú, el alivio ante el dolor, Tú, mezcla perfecta entre el delirio y la pasión, Tú, la otra mitad griega del ser, Con tan solo ser tú. Todo se volvería una verdadera conquista, Atribuida solamente a ti, un príncipe sin reino, pero con la valentía que ilumina los caminos obscuros donde ni el tranvía transita, Tú, en una sola palabra; tú Daniela Calvo
Bastaba su mirada para ceder a sus caprichos!, Sin entender cuán ha sido la inmensidad de la distancia, se gesta una tregua conquistadora entre tus inconmensurables razones para huir y mis ganas de quererte mío, saberte mío, sin intención premeditada de que te quedes en mí, junto a mí, saberte tuya, Aun así y sin inmediaciones estúpidas y cobardes, Hemos de entender que la borroscosidad empaña lo visible, lo común, lo irremediablemente ciclico, los anhelos erosionados por los años y el poder decisorio que otorga la experiencia, Sin embargo, y pese a que la causa no es la misma, la constante se disfraza siempre de pronombres personales móviles, distintos e indistintos, indómitos o dósiles, dominantes o dominados, Al fin de cuentas y tras cuestionarnos en nuestra intimidad solemne, el ¿por qué? de eso o aquello, y tras haber llorado, reido, amado, odiado, reclamarnos y reclamarles a esos sujetos cambiantes el fin no es distinto, Mutar a veces es necesario, otras de obligatoriedad, Solo sé que para hallarnos cada vez que nos perdamos es necesario preguntarle a ese otro tú, ese típico "yo" que regrese a la inocencia que es lo único que con certeza permite un nuevo renacer sin importar qué tan ultrajada y con cuánto bagaje regrese, es como esa ficha del rompecabezas que permite visualizar la figura aún, cuando la nitidez no es la más óptima, Daniela Calvo